El metro de Santiago es un pilar fundamental del transporte urbano de la ciudad. A fines de 2010 el sistema de ventilación de pasajeros presentó constantes fallas por sobrecalentamiento de motores.
Esto se debió por la baja resistencia mecánica de las turbinas de enfriamiento de motores de ventilación y a su alto uso. Como consecuencia de esta situación el sistema incurrió en constantes fallas, rotación de repuestos y costos de mantención adicionales para poder mantener el sistema.
Se le encargó a Prodin un completo rediseño, manufactura y estudio de materiales en las turbinas enfriadoras, teniendo como objetivo mejorar la confiabilidad de estos equipos. Como solución se rediseñaron completamente los repuestos, cambiando las aleaciones de acero de la composición y sistemas de soldadura. Se mantuvieron las condiciones de la turbina en cuanto a caudal cambiando la resistencia de los materiales y mejorando sustancialmente la confiabilidad del equipo.
Una vez implementadas y probadas se realizaron mediciones de consumo eléctrico del motor y se redujo el consumo energético del sistema de ventilación de pasajeros. Debido al éxito del producto, se realizó un plan de recambio que implicó la reposición de 50 unidades.